Como se puede ver en la foto, es un pequeño monedero cartera. Os cuento un poco de su historia.
Estando en el pueblo, me dieron una carterita vieja, de cuero muy finito, y mordida por las mascotas, para ver si tenía solución. Era de su hijo y no encontraba nada del estilo.
Para lo único que sirvió, fue como referencia para las medidas, puesto que estaba la pobre hecha una pena.
Cogí lápiz y papel, y manos a la obra, hice las plantillas de las distintas piezas, las pasé posteriormente al cuero y todo fue coser y ...
El resultado ya lo veis. Trabajo terminado y personificado.
Ya lo entregué, a la madre le gustó, se esperaba otra cosa, y por lo que me comentó más tarde a su hijo también.
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